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Sociedad

Brindaron explicaciones ante la invasión de algas

(Gentileza Museo Municipal Punta Hermengo)

Ante las consultas por la presencia de grandes bancos de algas y aguavivas en la zona céntrica de Miramar, el personal del Museo Municipal Punta Hermengo respondió a las inquietudes.

Su titular Daniel Boh reconoció la importante demanda de información sobre estos dos fenómenos naturales que afectó toda la temporada a la ciudad y gran parte de la Costa Atlántica, y dijo que “este fenómeno no genera grandes preocupaciones, sino curiosidad entre los testigos”.

Por su parte, Mariano Magnussen Saffer, comentó que “estas acumulaciones de algas, llamadas ribazón, están conformadas por varias especies, predominando especialmente Polysiphonia nigrescens (Rhodophyta) de color rojo, aunque identificamos otras como Nemalion helmintoides, acompañadas además por huevos de caracol marino, crustáceos menores y puestas (huevos) de varias especies de rayas y tiburones”.

“Este ribazón de algas rojas, que al descomponerse se vuelven de color marrón, no afecta de ninguna manera a la salud humana, aunque el olor que genera puede ser molesto para algunos”, enfatizó Magnussen quien agregó que “se trata de algas comunes de la plataforma continental, que viven adheridas al sedimento a unos 50 o 70 metros de profundidad, y fueron desplazadas por las fuertes tormentas y sudestadas de los últimos días, y trasportadas por una corriente suave, alojándolas en las playas del sector centro sur de Miramar, formando grandes barrancos de la misma”.

Daniel Boh, reconoció que “este fenómeno ocurre una o dos veces por temporada, e incluso tenemos registros históricos en nuestra ciudad, los cuales, en su mayor parte ocurre en las playas ubicadas entre las calles 27 a 31”

Por otro lado, semanas atrás, las medusas o aguavivas fueran las otras protagonistas naturales de la temporada, cuyo fenómeno ocurre en días de mucho calor, con viento norte, aguas calmas y cálidas.

“Estas aguavivas o medusas que ocasionan problemas a las personas con mayor frecuencia pertenecen a la especie Olindias sambaquiensis. Miden cerca de 15 cm de diámetro y tienen tentáculos venenosos. También se pueden hallar aguas vivas de la especie Lirope tetraphylla, conocidas como ‘tapioca’ o ‘pica-pica’, que son difíciles de distinguir porque miden aproximadamente un centímetro. No se ven pero causan una fuerte molestia, ardor y prurito”, argumentó Magnussen.

Al contacto con estas medusas se genera una picadura que es el realidad el depósito de una toxina que no genera más que una molestia para las personas, excepto algún caso puntual de alergia.

Boh y Magnussen visitaron el lugar donde se registraron por algunas semanas de diferencia entre ambos acontecimientos naturales, pudiendo colectar algunas muestras de interés biológico para el museo y establecer asociaciones faunísticas entre sí. Incluso en la muestra de Biología Marina del Museo Punta Hermengo se pueden observar algunos de estos especímenes.

Además desde el Museo comentaron que durante el mes de febrero apareció un ejemplar muerto de Tortuga Verde (Chelonia mydas) que por un malentendido fue trasladada al basurero en vez de ser llevado al museo, y lamentablemente se perdió la posibilidad de estudiarla y exhibirla al público.

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