El día que apagaron la luz

Miramar no estuvo exento al corte de suministro eléctrico que lo mantuvo sin energía durante por lo menos 6 horas y media. La calma de la ciudad típica de un domingo a la mañana redujo los efectos negativos.

El titulo refiere a la primera canción de Sinfonías para adolescentes, aquel disco con el que Sui Generis volvió a juntarse en el 2000. También puede servir para recordar una jornada anecdótica, como la de este domingo 16 de junio, que junto con el Día del Padre pasarán al imaginario colectivo como el día que apagaron la luz.

La inmensa mayoría lo notó al ver que sus celulares no cargaban ni tenían WiFi, otros porque no vieron encendidas las luces de stand-by de los televisores y directamente otros porque accionaron alguna llave de luz y no hubo respuesta. Pero lejos de los cortes que afectaron incluso en la noche de ayer a diferentes barrios de la ciudad como La Baliza y Oeste, la situación era generalizada en todo el país y algunos limítrofes.

Las compañías celulares podrán jactarse de que su servicio no tuvo interrupciones ni colapsos. De más está decir que el chequeo del resto de los servicios era incomprobable ante la ausencia de energía. La mayoría de las quejas llegaron no solo por la falta de luz, sino también porque las bombas impulsoras del servicio de agua corriente estaban fuera de servicio y solo se dependía de los tanques de reserva de los hogares. Incluso los supermercados que llegaron a abrir sus puertas vendieron bidones de agua a diestra y siniestra.

El resto de los comercios no pudieron abrir sus persianas no solo por verse prácticamente inútiles sin electricidad, sino porque muchas de esas aberturas eran eléctricas y se complicó poder accionarlas manualmente. Entre los más complicados figuraron los cafés, que no podían accionar sus máquinas expendedoras y muchos prefirieron cerrar al igual que restaurantes que esperaban hacer buenos cubiertos por la fecha.

No se salvó ni la Liga de los Barrios: la única que se disputó esta mañana no pudo disfrutar de sus transmisiones radiales ya que las dos emisoras que las realizaban se vieron imposibilitadas de hacerlo. Dicho sea de paso, la única FM que operó en la ciudad merced a un grupo electrógeno prefirió emitir un continuado de música de los 50′ en vez de brindar un servicio a la comunidad como la situación ameritaba.

Fuera de los comunicados que llegaban a nivel nacional, recién sobre el mediodía EDEA informó que se empezó a restablecer el servicio en Mar del Plata por acción de la Central 9 de Julio. Y a las 13:25, en pleno almuerzo del día del padre, los ruidos volvieron a inundar la ciudad poco a poco. También lo hicieron de inmediato el servicio de La Capital Cable e internet vía telefónica, mientras que Supercable aún experimentaba algunos inconvenientes como ocurrió anoche por la baja tensión.

Sin embargo, aún faltaba que vuelva el agua. Casi en coincidencia con el retorno del servicio en el centro, la Dirección de Obras Sanitarias anunció que el agua recién tendría presión constante dos o tres horas más tarde por el encendido progresivo de las bombas.

La situación pasará al anecdotario colectivo, como el apagón nocturno de abril de 2011 y el corte de gas de agosto del mismo año, cuando un caballo accionó el corte maestro del fluido y cuadrillas de Camuzzi debieron reactivar el servicio casa por casa.

Pero lo principal es que por las características de Miramar, la situación tuvo un impacto leve. La ausencia de semáforos y la calma de una mañana de domingo lluvioso y ventoso en un fin de semana largo con escasa afluencia turística no causaron caos en la cabecera del distrito. Distinta hubiera sido la situación si pasaba un día hábil y/o de noche.

Con la vuelta de todos los servicios, solo quedará el recuerdo de un Día del Padre donde el almuerzo fue de charla, juegos de cartas y celulares con poca batería. O el día que apagaron la luz.