Se trata de un niño de cuatro meses que falleció el 5 de julio cuya tumba fue profanada. Se suma a los dos casos de Otamendi en 2017.
Desde la mañana de hoy, fuerzas policiales se movilizaron por la denuncia de la madre de un pequeño fallecido hace pocos días. Según fuentes consultadas por EL DIARIO DE MIRAMAR, al visitar la tumba del pequeño en la necrópolis local esta mañana, la mujer de 28 años encontró tierra removida.
En la exhumación se comprobó que el cadáver no estaba en el féretro y había ausencia de ropa y juguetes que se habían dejado en su interior. El menor había fallecido el 5 de julio de muerte natural en el barrio Las Flores.
Tras la labor en el cementerio, la madre se dirigió al centro de la ciudad para avanzar con la denuncia en comisaría, sub-DDI y fiscalía. En el caso de esta última hay que confirmar quién está a su cargo debido a la licencia de la Dra. Florencia Salas por adopción y de su suplente, el Dr. Rodolfo Moure, actualmente de vacaciones.
En el anochecer del martes se realizaban rastrillajes en esa zona donde se halló ropa de ese talle y restaba comprobar si pertenecían al occiso.
Los antecedentes en el distrito
El cementerio de Otamendi fue escenario de dos robos de cadáveres en 2017. El primero, de un niño de dos años, fue a inicios de ese año y se halló a la vera de la ruta 11 entre Miramar y Mar del Sud. La investigación derivó en que era un niño del paraje El Boquerón.
El 24 de diciembre, los padres de Ciro Aranda (de 14 meses) fueron a visitar el cajón donde estaba su pequeño pero encontraron la tapa suelta y la ausencia del cuerpo. Hasta el día de hoy no hay novedades sobre el caso.