Monseñor Gabriel Mestre y el Padre Pablo Boldrini acompañaron a las familias de los cuatro pequeños (Prensa Diócesis MDP)
Lo declaró tras la misa en desagravio que realizó el jueves en la Parroquia San Andrés con las familias de las cuatro víctimas.
Monseñor Gabriel Mestre, obispo de la Diócesis de Mar del Plata que abarca a las parroquias y capillas de General Alvarado, dijo que los familiares de los cuatro pequeños «aceptaron el abrazo de la fe y la Iglesia». «Mucha gente que no es practicante decidió venir, incluso tres de las familias son católicas y una es evangelista», agregó.
En declaraciones a Brisas Primera Edición (Radio Brisas FM 98.5 de Mar del Plata), el obispo dijo que «no hay datos puntuales» pero vinculó los robos de cadáveres de bebés a «un culto raro, eventualmente satánico». «No tenemos detalles de qué es realmente lo que pasó. Pedí que se encuentren los caminos propios de la Justicia y la política para que se esclarezca», explicó Mestre.
El religioso pidió el esclarecimiento de la totalidad de los casos y sostuvo que «generó temor» en la sociedad de General Alvarado y la zona.
A su vez, familiares de otros niños fallecidos a corta edad en el último tiempo solicitaron exhumaciones al propio Municipio de General Alvarado, por recomendación del fiscal Rodolfo Moure, para verificar si sus seres queridos aún se encuentran en sus féretros. Según fuentes consultadas por EDM, en los próximos días la comuna se expedirá si les corresponde dicha atribución.
Misa en desagravio
El jueves 15, Día de la Asunción de la Santísima Virgen, Monseñor Mestre presidió la Misa en la Parroquia San Andrés junto a las familias de los cuatro bebés cuyas tumbas fueron profanadas en los cementerios de Miramar y de Comandante Nicanor Otamendi.
Monseñor Mestre destacó que «este acto no es político sino profundamente religioso, porque venimos a abrazar desde la Fe a las familias y a visibilizar esta situación que hace que revivan su dolor y que nos afecta a todos».
Gran cantidad de fieles acompañaron en la celebración a las familias de Liam, Ciro Lescano, Matías y Ciro Aranda, y rezaron junto al Obispo para que «las autoridades políticas, judiciales y sociales puedan llegar en conjunto a las soluciones que satisfagan el legítimo reclamo de la comunidad para que estos hechos tan dramáticos no sucedan más».
Al finalizar la Misa, el Obispo bendijo especialmente con una larga oración a las cuatro familias de los bebés fallecidos, mientras todos los fieles acompañaban con su oración en silencio al que siguió un cerrado aplauso.