La pesca tuvo su primera jornada tras la autorización municipal

Las playas volvieron a tener la actividad tras el visto bueno del Municipio y la Provincia. Dispar acatamiento en cuanto a las salidas de esparcimiento.

El primer día con la autorización para la «pesca sustentable» se cumplió satisfactoriamente en las playas de Miramar. Cabe destacar que se habilitó desde el club Náutico y hasta el acceso al vivero en la cabecera del distrito, mientras que en Mar del Sud se permitió en el sector urbano. Es el tercer distrito de la Provincia donde se implementa.

En un recorrido emprendido por un equipo de EL DIARIO DE MIRAMAR, se pudo divisar a cerca de 30 amantes de la práctica dispersos por el sector habilitado. Solo unos pocos no portaban tapabocas, pero es de destacar que se encontraban alejados de otras personas.

Sin embargo, una publicación que surgió desde una casa especializada en el deporte lanzó la alerta. «Debido a la gran cantidad de familias que hoy acompañaron a los pescadores (niños jugando, mujeres tomando sol y/o leyendo en la playa) nos llega la información que de continuar así se volverá para atrás la flexibilización de la pesca artesanal y deportiva.
Recordemos que el fundamento del permiso es la sustentabilidad y no el recreativo», expresaron mediante el posteo.

También hubo desinteligencias entre el protocolo difundido por el Municipio y las exigencias de Prefectura: la fuerza de seguridad exigía que las embarcaciones notifiquen al puesto local antes de salir al mar, pero hasta el mediodía ninguna lo había hecho. Esto no estaba explicitado en el texto enviado a la prensa.

Salidas de esparcimiento: ¿Y el radio de 500 metros?

La arista negativa del martes fue la gran cantidad de gente que burló la normativa vigente de las «salidas de esparcimiento» y presumiblemente excedió la distancia establecida de 500 metros desde sus domicilios.

El punto clave fue la costanera en su sector sur, donde el accionar de tres inspectoras COVID-19 y un móvil policial fue insuficiente para contener a al menos un centenar de peatones que invadieron la vereda, pese a que el decreto 882/20 prohíbe hacerlo por plazas, playas, parques, paseo costanero y vivero. La banquina de la ruta 11 también fue el lugar elegido para otros caminantes.

Si bien las medidas parecen insólitas -principalmente que se pueda circular por la acera donde están los edificios y no la que da al mar-, son las que permite la legislación local, avalada por los correspondientes decretos provinciales y nacionales.

Esto provocó opiniones encontradas en las redes de EL DIARIO, donde hubo acusaciones cruzadas entre los indignados por la violación al aislamiento social, preventivo y obligatorio y otros tantos que avalaron la acción priorizando los derechos individuales por sobre las medidas tomadas para frenar la circulación del virus.