Divertidos, ante la espera para la reapertura y la falta de respuestas

El local, con 56 años en Miramar y otras siete sucursales en el país, aguarda una urgente respuesta junto a los integrantes de la Asociación Argentina de Parques y Atracciones para la reactivación del sector tras cuatro meses cerrados.

Si hay un sinónimo de Miramar en cualquier parte del país -o hasta del mundo- donde se lo mencione, es Pibelandia. Fundado el 29 de diciembre de 1963, el emprendimiento de la familia Font supo adaptarse a las nuevas tecnologías y a los intereses del público, más aún a los de las pequeñas y pequeños (y no tanto) de la casa.

El local de la calle 9 de Julio aún mantiene su nombre histórico, pero lleva añadido el de la marca que crece a nivel país: Divertidos. Con la nueva identidad comercial pero igual esencia llegaron a expandirse a otros mercados como los de Mar del Plata, La Plata, Lomas de Zamora, Rosario, Santa Fe, Posadas y Catamarca.

Los ocho están cerrados por lo menos desde el 20 de marzo, cuando se promulgó el aislamiento social, preventivo y obligatorio. La síntesis es compartida en la empresa y con otras del gremio: llevan cuatro meses sin ingresos, y con contundentes egresos como sueldos, cargas sociales, alquileres, luz y otros impuestos. En este caso son 50 trabajadores, a razón de 6 por sucursal, con unos 30 más en temporada alta como vacaciones de invierno o verano.

«Son ocho municipios que se encuentran en distintas fases y el más complicado es el de Lomas de Zamora, pero independientemente de ello en ninguno pudimos abrir», reflejó su director, Antonio Font, en diálogo con EL DIARIO DE MIRAMAR.

En Catamarca estuvieron a punto de reabrir pero el surgimiento de nuevos casos frenó la posibilidad desde ese gobierno. Paradójicamente habían habilitado hasta el Casino, pero no Divertidos.

Para colmo, en pleno recorrido del edificio cerrado al público se recuerda que este viernes estarían comenzando las vacaciones de invierno. «Representan aproximadamente un 20 ó 25% de las ventas de la empresa en el año, sumando todas las localidades», lamenta el miembro de la firma.

El protocolo para la reapertura está listo. Si bien coincide en la mayor parte de los protocolos vigentes para diversas actividades, éste tiene cuatro variantes vigentes durante la pandemia: proponen obligar el uso de tapabocas dentro de los locales y, consecuentemente, prohibir el ingreso a menores de 2 años ya que no pueden utilizarlos; cerrar zonas infantiles y peloteros; limitar la concurrencia al 50% de la capacidad del local -una persona cada 4 m²-; y variar el distanciamiento social, ya que en vez de hacerlo entre personas se haría entre grupos familiares, modalidad tradicional de concurrencia.

«Fue elaborado por Martín Pagura, el especialista en seguridad e higiene que más sabe del tema en Argentina, apuntado específicamente a cada rama, y contratado por la AAPA –Asociación Argentina de Parques y Atracciones-«, comentó Font. Su padre Walter es miembro de la entidad con 22 años de actividad que además de los «centros de entretenimiento familiar» (como Divertidos, Playland y Sacoa entre otros) también suma a oceanarios (Mundo Marino y Aquarium), parques acuáticos (Aquasol y Aquópolis), bioparques (Temaiken), parques de diversiones (Super Park en Córdoba) y parques temáticos (Tierra Santa). Son 15 mil trabajadores en 200 establecimientos de 18 provincias.

El rol de la asociación, que por estos días también salió reflejado en una entrevista en Infobae y otros medios regionales y nacionales, busca tratar de encontrar todos los canales de diálogo posibles para gestionar ayudas estatales y la presentación de protocolos de forma conjunta.

Respecto al local de Miramar, Divertidos presentó el protocolo hace más de un mes en el Municipio donde fueron felicitados por el profesionalismo del informe, pero que respondieron que la reapertura del rubro no depende del ejecutivo local sino de la Provincia, por lo que se mandó a La Plata.

«Comunicamos la preocupación de nuestro sector que lleva 120 días sin abrir. No objetamos la cuestión sanitaria, sabemos que es prioridad, pero necesitamos más ayudas para lograr sobrevivir, sobretodo si pensamos que esto seguirá un tiempo más», aseguró el referente.

«Es muy probable que si no recibimos una ayuda extra del Estado, más allá de los ATP que recibimos tanto los cerrados como los que pudieron abrir, vamos a ser una especie en extinción», culminó.