Se estrenó Encuarentenados, un documental sobre el aislamiento en Miramar

Fue producido por Alfonso Negrón, realizador miramarense con ruedo internacional, quien también fue afectado por la interrupción de eventos y trabajos fílmicos por la cuarentena.

«La gente con barbijos me llamó mucho la atención. Nunca había visto en mis 47 años la cantidad de gente caminando así por la costa, y el registro era histórico porque se ve en otras culturas, como la asiática, no en la nuestra», expresó Alfonso Negrón Pardiñas, a pocas horas de la publicación de Encuarentenados.

El Pollo tiene amplia experiencia como cámara en diversos rubros y eventos masivos en el país, ahora discontinuados ante el aislamiento. Su fuerte es el género documental, con destacados trabajos en la Patagonia y también en una expedición española de dos años por 60 países recorriendo pueblos originarios, marginados (y no tanto). De eso quedaron 300 horas de grabación dispuestas en 13 capítulos, emitidos por la TVE, Univisión, DirecTV y NatGeo para diferentes regiones del mundo.

Sin embargo, no había pasado por su cabeza que el próximo set de filmación iba a ser en su propia ciudad y ante una pandemia como la que se vive desde hace al menos cuatro meses.

Por eso, el viernes ya se publicó en YouTube la secuencia completa de 52’40», que se puede ver mediante este link. Su realización demandó entre cuatro y cinco semanas de rodaje, y otras tres de montaje y postproducción. La producción de algunos de los entrevistados estuvo a cargo de su esposa, Astrid Vilela Suquía. Los otros fueron apareciendo mientras la cámara retrataba nuestras calles.

«Me quedé con muchas ganas de contar algo, sobre todo cuando empezaron las aperturas graduales. Se notaba que había muchas cosas para contar y gente con muchas ganas de hablar, y sobre todo expresar lo que les estaba pasando. Otros no querían hacerlo, tenían miedo y mucho no querían. Yo solo quería la opinión», sentenció Negrón.

Dentro de las realidades que retrató con su cámara aparecen las del sector gastronómico y hotelero, pero también con un recorrido por un Centro de Distribución de Alimentos y una escuela. A ellos se suman dos grandes emprendimientos con visitantes que se vieron afectados, como el circo Luxor y el parque eólico. Y, claro está, el sentir la voz de la calle y las situaciones que allí se vivieron, complementado con una impactante calidad de fotografía e imágenes.

«Hay mil realidades diferentes y mil historias distintas donde no se puede contar todo. Un par de cosas me quedaron afuera», se sinceró el realizador. Pero sin lugar a dudas, Encuarentenados logró hallar un gran recorte de la realidad que se vivió en la ciudad, reflejada en el material obtenido durante su momento más complicado.