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Sociedad

El Centro de Técnicos teme la suspensión de la obra privada si se baja a Fase 3

(Banco Mundial/Abbas Farzami)

Luego que la Secretaria de Gobierno anticipe que existe ese riesgo, la entidad emitió un comunicado donde expresan su preocupación por «las consecuencias sociales que apareja la suspensión de un motor productivo como lo es la industria de la construcción».

La posibilidad de que General Alvarado baje a la fase 3 del aislamiento social, preventivo y obligatorio puso en estado de alerta a diferentes actores de la sociedad ante la chance de que se cierren actividades.

El domingo mediante Facebook Live, la secretaria general y de gobierno, María Eugenia Bove, había anticipado que «la semana que viene hay muchas y grandes posibilidades de retroceder de fase. Esto va a depender mucho de la responsabilidad individual y el cuidado». El «alerta roja» lo recibió tras la habitual reunión de cada fin de semana con el jefe de gabinete de ministros provincial, Carlos Bianco.

«Si pasáramos a fase 3 la semana siguiente, la parte comercial de la ciudad tendría que trabajar en delivery excepto los servicios esenciales, las recorridas al aire libre serían a 500 metros y se suspendería la obra privada», explicó Bove.

Por ello, mediante un comunicado del Centro de Técnicos de General Alvarado con la firma de su vicepresidente Juan José Espíndola, destacaron que tienen «mucha preocupación en el sector al observar el anuncio de medidas gubernamentales, que plantean la posibilidad de pasar de Fase 4 a Fase 3 en nuestro distrito, lo cual se traduce en la paralización de la actividad, prolongando aún más su agonía en el distrito de General Alvarado, con las consecuencias sociales que apareja la suspensión de un motor productivo como lo es la industria de la construcción, generadora de trabajo en ámbitos formales e informales».

Luego de hablar de una «dramática situación actual del sector», el Centro opinó que entienden «que las obras privadas deberían ser habilitadas en Fase 3, teniendo en cuenta que existen condiciones particulares muy razonables para su desarrollo que son propias de la actividad misma, como de la región en la que se desarrolla».

Entre los motivos esgrimidos hablan de «la impronta predominante urbano-ambiental» distinta a la del Área Metropolitana de Buenos Aires, principalmente apuntada a transporte, demografía y aglomeración de transeúntes en espacios públicos.

También sobre los protocolos que posee desde marzo la obra pública, que ambas se realizan en «espacios ventilados» y la eficacia de los trabajos realizados durante la pandemia.

«Ya no alcanzan ayudas económicas menores ni promesas futuras de incentivo a la actividad o agilización de gestiones -resultando a estas alturas casi placebos inútiles-. Las obras privadas no deben paralizarse y los próximos días serán decisivos en cuanto al comportamiento de las instituciones involucradas», concluyeron.

Cabe recordar que la habilitación de la construcción en el distrito oportunamente requirió de una solicitud especial desde el Municipio a la Provincia, recibida el 7 de mayo. Si bien la obra privada tuvo una respuesta relativamente veloz, otras actividades tuvieron mayores trabas desde La Plata para su reanudación.

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