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Ultramaratonista amante de Miramar llegará a nuestra ciudad trotando desde Buenos Aires

El Médano Grande, lugar que espera disfrutar junto a Roldán y el Miramar Running Team en los próximos días (Instagram @ultranita_88_)

Anita Alonso pretendía viajar de ese modo a Uruguay, pero la pandemia y su unión con esta localidad motivaron un cambio de planes. Calcula que el desafío le tomará una semana, con largada desde el peaje de Samborombón.

Si le preguntan cómo autodefinirse, responderá: «Soy una loca apasionada por correr y por vivir todo esto. Muchas cosas que me han pasado hicieron crecer la fortaleza que tengo hoy para encarar este tipo de objetivos, que me ayudan a superar un montón de cosas de mi vida personal».

Su documento dice Ana Laura Alonso, pero en el ambiente y en las redes sociales es Ultranita. Justamente fueron esos nexos virtuales los que ayudaron a sobrellevar los momentos más intensos del aislamiento que rigió en nuestro país, y ni que hablar en la Capital Federal donde ella vive, con 15 mil seguidores en Instagram.

«La pandemia nos obligó a rever un montón de cosas, y entre ellas me llevó a preguntarme por qué seguir dejando pendientes o por qué seguir diciendo ‘Algún día me gustaría hacer tal cosa'», contó Anita a EL DIARIO DE MIRAMAR, mientras ultimaba detalles para el periplo.

«Esta idea en principio nació en la cuarentena, que lo único que nos dejó fue el adentro de cada uno. No podíamos salir a correr, yo trabajo en salud así que traía mucha carga emocional y no sabía dónde descargarla porque por más que corría en la terraza de casa a veces trotaba, no es lo mismo», explicó la también técnica de farmacia.

La inspiración llegó a través de los videos del español Valentín San Juan, quien corrió más de mil kilómetros por su madre que falleció de cáncer. La intención de Anita era correr hasta Uruguay en homenaje a su abuela, ya fallecida, y para visitar a su madre que vive en Salto, pero la situación por el COVID-19 frenó sus intenciones.

Ahí apareció otro apasionado y colega, el miramarense Martín Roldán, quien a distancia le brinda parte de sus entrenamientos y la hizo mirar al mar. La idea original de ambos era volver a correr las 100 millas de Patagonia Run pero esta vez con un fin solidario, destinando lo que consigan a la Agrupación Atlética General Alvarado y un merendero de Derqui. Sin embargo, la reprogramación de la competencia (y tantas otras) cambió los planes.

«¿Por qué no hasta Miramar? Tengo mi segundo corazón ahí y lo empezamos a organizar. Desde ya que yo estaba 100% decidida desde el comienzo pero a último momento se empezaron a presentar muchas trabas, y eso me hizo dar cuenta de que estaba encarando algo groso. No groso para el qué dirán, sino groso para mi vida y que creo que me va a marcar un antes y un después», añadió Ultranita.

Por eso, largará este lunes desde el peaje de Samborombón para llevar adelante los 450 kilómetros, a razón de 50 kilómetros por día. Su amiga Soraya la escoltará en su auto con el equipaje, que no solo incluye su ropa sino también alimentos y un botiquín de primeros auxilios. Como tantas veces cuando surgen propuestas de este tipo, los cuarteles de bomberos servirán para alojarlas.

«Más allá de que el físico está muy bien entrenado por el entrenamiento de Martín, influyen la cabeza y el encontrarme con conmigo mismo y esa parte que uno tiene a veces muy escondida que la tapa porque duele. Bueno, es sacar todo eso en ruta, disfrutar de la vida y vivir hoy todo el tiempo, disfrutando de cada kilómetro, de cada pasito, de cada persona que conozca en el camino hasta llegar al mar, tirarme de cabeza y gritarle al mundo ‘¡Lo logré!’, declaró con emoción la atleta.

Por supuesto, tiene varios lemas que repite de memoria, pero a su vez sabe cómo aplicarlos: «Si uno se fija un objetivo, lo logra», «No hay imposibles», «Los límites están para superarlos»…

«Muchas veces nos dejamos influenciar por los que nos dicen que no vamos a poder y que en realidad nosotros sabemos de lo que somos capaces, y si no lo sabemos tenemos que animarnos a salir de nuestra zona de confort y lanzarnos a por ello, porque no hay otra manera de vivir. Hay que gastar la vida. Hay que llegar al cajoncito de madera lo más rotos posibles y habiendo vivido todo, que en realidad es lo único que nos llevamos con nosotros», culminó.

La recepción, protocolos mediante, se programa para el domingo 13 o lunes 14. Será junto al grupo Miramar Running Team y la intención será cruzar el Arco General San Martín, realizar la hidratación en el sector del Polideportivo… y claro, luego el merecido chapuzón en el mar.

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