Seguinos en redes

Deportes

Ultranita: «Espero que sirva para que alguien se replantee su vida y se anime a gastarla bien gastada»

Tarea cumplida. El arribo, sobre las 22:10 del domingo (FG/EDM)

La ultramaratonista que corrió en una semana de Samborombón a Miramar dio sus sensaciones a EDM tras haber cumplido la proeza.

«Fue tan intenso que recién caí que había llegado a Miramar y cumplido este gran sueño el lunes a la noche», se sinceró la protagonista de la historia mientras emprendía su retorno a casa.

Anita y Ultranita fueron de los apodos más repetidos en el inicio de este mes luego de que EL DIARIO DE MIRAMAR presente en sociedad a Ana Alonso, una ultramaratonista radicada en Buenos Aires pero con vínculos que la unen a Miramar, con más de 4000 visitas a la nota.

Entre el lunes 7 y el domingo 13, emprendió un periplo a pie desde el peaje de Samborombón en la ruta 2, con sus respectivas paradas y descansos en Chascomús, Lezama, Dolores, Maipú, General Pirán y Mar del Plata para arribar al lugar donde reside su entrenador, Martín Roldán.

«Cuando llegué al arco de Miramar ese domingo de la llegada la realidad es que no dejó de estar a la altura de todos los días vividos en ruta. Fue una fiesta realmente, muy intenso», comentó Anita, ya emprendiendo el retorno a Capital, esta vez en colectivo.

«Crucé ese Arco, diría, viéndome desde arriba. Lo que cruzó fue mi cuerpo, pero mi alma estaba volando entre el mar, las estrellas, el verde y la ruta. Me costó muchísimo bajar a tierra», añadió en diálogo con este medio.

El domingo, última etapa entre la Rambla marplatense y el Arco General San Martín, tuvo mucha más compañía además de la propia Soraya, que la asistió como coche de apoyo durante toda la Autovía 2. En cada una de las escalas, los cuarteles de Bomberos le ofrecieron alojamiento para hacer noche.

El operativo incluyó a muchos integrantes del Miramar Running Team escoltándola, sumada a la labor de Bomberos para acompañarla desde Las Brusquitas a la línea de llegada, y otro accionar con personal de enfermería, hielo e hidratación para que no le falte nada en el arribo que contó con casi un centenar de personas.

Incluso llegó y se quedó con ganas de más: «Imaginate que el lunes a la noche, tipo 1:30, después de brindar por la llegada, mi amiga me miró, me preguntó que iba a hacer y le dije ‘Me voy a poner la campera y las zapas y me voy a correr’… y me miró como diciendo ‘Esta chica está mal’. Pero realmente lo necesitaba», recordó Ultranita.

El arribo de la runner al peaje de Maipú (cortesía Ezequiel Esterellas/Semana Maipuense)

Cualquiera se imaginaría que después de su hito personal pasó a descansar y relajar… pero no. Compartió toda la semana con el resto del grupo de entrenamiento, conociendo sus historias con muchos que solo conocía a través de sus redes sociales, y lo consideró un «gran premio». «Si a una sola persona le siembro esa lucecita, esa duda, de decir ‘¿por qué yo no puedo cumplir mi sueño o concretar esto que vengo pateando hace un montón?’, para mí es oro», se esperanzó.

La próxima intención es poder cumplir la promesa junto a Roldán de correr el Patagonia Run en conjunto en abril, en el caso del representante local, a beneficio de la Agrupación Atlética General Alvarado y de ella para un merendero de Derqui.

«Espero y anhelo que lo hayan sentido así los que estuvieron o los que leyeron un poco de esta historia, esta locura. Creo que quedó una energía muy linda en Miramar. Espero que sirva para que alguien se replantee eso, animarse a la vida y gastarla bien gastada y no ocupamos de hablar de los demás sino vivir intensamente, y que nuestro corazón lata cada vez más fuerte», concluyó la runner.

Además, Ultranita agradeció a sus sponsors, Distribuidora Saludable, Orán Natural, Equipo Nutricional y Pro Run plantillas deportivas, como así también a la ciudad, a los Bomberos y a los medios que replicaron la iniciativa.

Recomendadas