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Sociedad

Temporada con adaptaciones y en orden para la comunidad turística judía

(NG/EDM)

Por la pandemia, la ciudad volvió a ser elegida por familias que viajaban al extranjero. Debieron readaptar sus encuentros en diferentes lugares y horarios.

Desde hace casi medio siglo, cuando apostaron por nuestra localidad para visitarla y realizar inversiones inmobiliarias, Miramar es elegida por cientos de familias judías que buscan nuestras costas para descansar en su temporada estival.

El primer verano en emergencia sanitaria obligó a muchas familias a repensar sus habituales vacaciones en nuestra localidad. «Muchos que veraneaban en Miami o Punta del Este eligieron Miramar en el contexto de pandemia, algunos por primera vez, y otros que venían habitualmente prefirieron quedarse en sus ciudades», explicaron ante una consulta de EL DIARIO DE MIRAMAR al respecto.

Ante la imposibilidad de desarrollar los servicios como era habitual en el templo Beit Iaacob de 27-745, estos se realizaron por grupos entre el propio recinto, el lindero hotel Hamakom y hasta en un domicilio particular con las condiciones necesarias.

No se registraron casos en ninguna de las burbujas, se dispuso de alcohol y control de temperatura, y destacaron a este medio el buen comportamiento en lo sanitario de los asistentes.

De hecho, Miramar es una de las pocas ciudades costeras de Latinoamérica que tiene sinagoga, como Punta del Este, Acapulco, Guarujá, entre otras.

Por último, miembros de la colectividad agradecieron la predisposición del autoservicio de Av. 26 al 1700 que volvió a ofrecerles productos kosher «con una muy buena atención».

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