La Asociación Hotelera recuperó su sede luego de un juicio favorable contra el Municipio

El Juzgado Civil y Comercial 2 de Mar del Plata falló a favor de la institución en la causa que le reclamaba a la comuna la devolución del inmueble donde funciona un centro de jubilados. La próxima semana se producirá el desalojo y toma de posesión.

Luego de un proceso judicial en el que hubo diversas instancias administrativas y pruebas, el Juzgado Civil y Comercial 2 del Departamento Judicial de Mar del Plata dictó sentencia con respecto al juicio por el cual la Asociación Hotelera y Gastronómica local reclamaba al Municipio de General Alvarado la restitución del inmueble situado en Avenida 26 Nº 651/55.

En ese sentido, el juez Maximiliano Colangelo, contando con toda la información, argumentó con fecha 23 de abril del corriente el fallo favorable hacia la institución y determinó que en plazo de 10 días las instalaciones deberán volver a manos de los hoteleros.

Según figura detalladamente, en su momento, Antonio Benigno González -en su carácter de presidente de la parte actora con el patrocinio del abogado Fabián Horacio Driussi- promovió formalmente un juicio contra la Municipalidad a los fines de obtener el desalojo del edificio, cuyos datos son Nomenclatura Catastral Circunscripción I, Sección B, Manzana 133, Parcelas 4 c y 11a (v. fs.70 vta.) el cual se encuentra ocupado por el Centro de Jubilados, Pensionados y de la Tercera Edad Nueva Aurora de Miramar.

En cuanto a los antecedentes, afirma que con fecha 14 de mayo de 2001, la institución denunciante había realizado un convenio con la comuna por medio del cual cedió el uso y goce de la casa (Circunscripción I, Sección B, Manzana 133, Parcela 4 c) a cambio de la condonación de la deuda por tasas municipales que registraba la parcela y la partida Nro. 3412; estableciéndose como fecha de vencimiento del uso del inmueble el día 31 de marzo de 2006.

El 15 de octubre de 2012 el Ejecutivo Municipal dictó el decreto 1720/2012 por el cual decidió prorrogar la cesión del lote por otros 5 años más, y paralelamente procedió a celebrar un contrato de comodato con el «Centro de Jubilados, Pensionados y de la Tercera Edad Nueva Aurora de Miramar», denunciando que la última fecha de concesión lo fue a partir del 23 de noviembre de 2012, con lo que la fecha de vencimiento operó el 23 de noviembre de 2017.

A los efectos de verificar quienes eran en realidad los que ocupaban la propiedad, se inició una diligencia preliminar, la cual quedó radicada por ante el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial 2 de Mar del Plata, donde se ordenó el libramiento de un mandamiento de constatación que fue llevado a cabo el 5 de Setiembre de 2017, y se constató que dicha sede se encontraba una persona quien dijo representar a la Asociación «Centro de Jubilados Nueva Aurora», siendo él autoridad de la misma y alegando la existencia de un comodato con la Municipalidad desde el año 2000.

En su carácter de supuesto responsable de esa institución y avalado por un acta de constatación con intervención de una escribanía local, acreditó la ocupación y ante el requerimiento expreso de desocupación la contestación fue que «…no obstante tener los miembros del Centro de Jubilados conocimiento del vencimiento del plazo, no van a restituir el inmueble, ya que están aguardando que el Concejo Deliberante les otorgue una nueva ubicación».

Por esa razón, fue que la Asociación Hotelera Gastronómica inició un juicio y acción de desalojo contra el municipio por resultar con quién contrató la parte actora el uso del inmueble, debiéndose citar como tercero al Centro de Jubilados por ser ellos quienes en definitiva detentaban la ocupación.

El proceso avanzó y finalmente se conoció la sentencia definitiva que restituirá la edificación a la institución denunciante.

«Estado deplorable»

Según declaraciones recogidas por la corresponsalía local de La Capital, «las condiciones del inmueble son deplorables» y una vez vencido el plazo para el desalojo las autoridades de la asociación harán el ingreso con un escribano público para constatar fehacientemente la situación del inmueble.

«Hubo que tirar abajo parte de la mampostería y el techo se estaba desprendiendo. Si lo externo está en este estado no queremos imaginarnos como se encuentra el interior. Tenemos entendido que la cocina está destruida así que realmente no esperamos encontrar nada en condiciones. Así no sirve, hay que hacer toda la instalación de gas y electricidad a nuevo», afirmó la fuente consultada.