Retornó la Paella Gigante de la Amistad tras 20 años

El Show Gastronómico más grande del mundo volvió a concentrar la atención de miramarenses y turistas en la noche del sábado, con el retorno de Cristóbal Cortés (hijo) y su equipo de trabajo por primera vez desde 2003 para unirse con la Asociación Española de General Alvarado en esta Semana Santa.

A la vista del público presente en el playón de Avenida 26 entre 21 y 23, el equipo de trabajo que surgió en Balcarce en 1982 no solo realizó la cocción de la paella de 6 metros de diámetro y unas 1000 porciones, sino que sirvió para relatar el paso a paso de la receta y de cómo surgió el emprendimiento que pasó por nuestra ciudad, Villa Gesell, Bariloche y otros destinos nacionales.

Según relataron Rubén García y Gladys Mejías, miembros de la comisión directiva, la iniciativa del actual Centro Cultural Español en Miramar surgió en 1996 cuando se llevó adelante la primera convocatoria: era en Football Time (Av. 23 e/ 20 y 22) y por ese entonces incluía la cena en largos tablones, con espectáculos artísticos. Así se mantuvo hasta 2003, con excepción de 2002 por los coletazos de la crisis del diciembre previo. Y desde ese año los maestros llegaron desde Mar del Plata, con otras dimensiones de paella -el utensilio se denomina igual que la comida- y también de Juan Ignacio Kittlein, el miramarense que obtuvo el segundo puesto mundial el año pasado y el cual también fue nombrado en señal de reconocimiento por el encargado de este año.

Justamente Cortés mencionó en un ida y vuelta con el animador del evento los ingredientes necesarios para su realización, entre los que se contaron 40 garrafas y 23 ingredientes, incluyendo 270 kilogramos de pollo, 370 de mariscos y 110 de arroz. Aceite, puré de tomates, arroz y arvejas fueron desplegados desde la grúa de un corralón local. Y el rendimiento fue para 1000 porciones, que se vendieron a tan solo $1000.

La iniciativa surgió en Balcarce hace más de 40 años, para su Sociedad Española de Socorros Mutuos. Y fue justamente su hijo dilecto, Juan Manuel Fangio, junto a Juan Manuel Bordeu, quienes gestionaron en una fábrica de llantas de San Nicolás la creación del elemento metalúrgico que da vida al famoso plato.

La acción fue auspiciada por el Municipio de General Alvarado, con el intendente Sebastián Ianantuony a cargo del encendido de los mecheros y luego de colocar las banderas decorativas cuando el enorme plato estuvo listo.

Y en el entorno, los emprendedores participantes del Camino del Chocolate, el Grupo Celíacos Miramar y otras organizaciones acompañaron el desarrollo de una Semana Santa cuya ocupación hotelera superaba el 80% según los últimos datos brindados por la comuna.