Seguinos en redes

Cultura + Espectáculos

Una multitud acompañó al Padre Pedro Opeka en la misa por su vuelta a Miramar

En su única actividad en esta parte de la Provincia, el Padre Pedro Opeka presidió la Eucaristía este miércoles en el Tinglado Parroquial de Miramar, en presencia de un gran número de fieles no solo locales, sino también de ciudades vecinas.

Acompañado también por el Padre Lucas Di Leva, el párroco de San Andrés Apóstol, Luis Albóniga, comentó a los fieles: «El padre Pedro me mostró una foto de 1949. En ella se ve la calle, con coches de la época. Él aparece en ella, con aproximadamente un año y medio. Este documento demuestra que es uno de los nuestros, que es de aquí; y unos años más tarde, aquí está, de vuelta a casa. Por eso celebramos con alegría su 50º Aniversario de Sacerdocio, este Jubileo de Oro, que brilla verdaderamente no por el esplendor de las pompas terrenales, sino por el servicio, la humildad y la dedicación. Por eso, durante la misa, también rezaremos por él y renovaremos su consagración a Nuestra Señora de Luján, donde fue ordenado sacerdote».

En respuesta, Opeka prosiguió: «Gracias por venir hoy, son tan numerosos, para dar gracias a Dios por este sacramento que me ha concedido, el de ser sacerdote, misionero. No lo merezco, pero me lo ha dado, y haré todo lo posible por utilizar esta gracia que me ha concedido para ayudar a los pobres. Gracias a los habitantes de Miramar. ¡Le he enseñado [al Padre Luis] la foto en la que salgo caminando por esta calle con mi mamá y mi papá! Demos gracias a Dios juntos, recemos por Miramar, recemos por la Parroquia de San Andrés, recemos por Argentina y recemos por todas las personas buenas del mundo entero».

Pedro mantiene un fuerte arraigo a la ciudad desde su niñez como trabajador de la construcción y un vínculo importante con la comunidad eslovena, por lo cual nos visita en cada paso por el país. Por eso también acompañaron la jornada su hermana Mariana con su esposo Janko, quienes llevaron las ofrendas hasta el pie del altar.

Además, el Padre recibió una estola con la imagen de la Virgen de Luján hecha a mano que permaneció un tiempo en San Andrés. «Gracias, Padre Luis, por este regalo… ¡Me lo llevo a Madagascar! ¡Gracias por este magnífico regalo de la Comunidad Parroquial de San Andrés de Miramar! ¡Qué alegría, qué emoción, qué cantos, qué energía! Son como la gente de Akamasoa. Allí tienen una memoria prodigiosa. Se saben 200 cantos de memoria, sin ningún libro. ¡Tienen una memoria electrónica! Lo memorizan todo», continuó el invitado.

«Hay que cantar. La Iglesia que canta tiene esperanza, lleva la esperanza. Nosotros allí cantamos mucho, porque sufrimos mucho. Muchas enfermedades, muchas muertes, muchas injusticias. Y cuando cantamos nos damos fuerzas los unos a los otros…Así que, ustedes sigan aquí cantando. Aquí en Miramar florece la fe, florece el amor a Jesús, florece también la Comunidad. Gracias Padre Luis», concluyó Opeka, quien continuó sus actividades con una cena a la canasta en el quincho lindero.

Para conocer más o colaborar con la obra del Padre Pedro Opeka en Akamasoa, Madagascar, el contacto es mediante el sitio web oficial: https://www.perepedro-akamasoa.net/faire-un-don-2/

Haga click para comentar

Dejá una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Recomendadas