Propietarios de equinos sustraídos en los últimos meses encontraron restos de animales en el sector trasero de los campings. Denunciaron la situación en fiscalía y DDI.
*IMÁGENES SENSIBLES
Hace aproximadamente 15 días, EL DIARIO DE MIRAMAR se hizo eco de la denuncia de vecinos de barrios del norte de la ciudad sobre robo de animales. Por lo menos seis caballos fueron robados entre marzo y mayo en ese sector de Miramar y sus dueños exigieron respuestas, las cuales nunca aparecieron.
Por eso, ellos mismos decidieron salir a investigar por sus propios medios recolectando datos. La búsqueda no los dejó demasiado lejos del lugar de donde faltaban, porque detrás del camping El Durazno y cercano al de la Asociación Judicial Bonaerense encontraron un cementerio de caballos.
«Encontramos restos de toda clase: cabezas y huesos de alrededor de seis animales, todos con hachazos en la frente en el mismo lugar», denunció María Holguin, quien semanas atrás ya había dialogado con este sitio. Acto seguido, decidieron presentarse en la fiscalía y la Dirección Departamental de Investigaciones en la mañana del jueves, donde se unificaron las causas para su proceso.
El lugar donde se encontró la osamenta es el mismo que fue denunciado el año pasado por la extracción clandestina de tosca por una gran cantidad de camiones. La maniobra se hizo frente a un destacamento policial móvil (que ahora se emplazó sobre Diagonal Erramouspe) y cesó sin determinar culpables, aunque con pedidos de informes y propuestas de uso de los terrenos fiscales en el Concejo Deliberante que quedaron en la nada.
Si bien la consulta judicial recién se inicia, los damnificados pedirán la aplicación de la Ley Sarmiento. La misma, que data de 1954 y busca ser reformada por el Congreso, dispone que «será reprimido con prisión de quince días a un año, el que infligiere malos tratos o hiciere víctima de actos de crueldad a los animales».