La puerta de la Municipalidad fue el epicentro de la protesta en la mañana del lunes (EDM)
La mamá del bebé cuyo cadáver fue robado en el cementerio encabezó una protesta para reclamar que la reciba el intendente y hubo algunos incidentes.
La cuarta marcha en reclamo de respuestas ante la profanación de la tumba y el robo del cadáver de Ciro Lescano (4 meses) tuvo algunos momentos de tensión en la mañana del lunes, donde además los alrededores de la Municipalidad tuvieron tránsito restringido hasta pasado el mediodía.
Cerca de las 10, fracasó un intento de reunión entre la mamá del menor y el intendente Germán Di Cesare. Fuentes del Palacio Municipal indicaron que, después de eso, autores ignorados rompieron un vidrio de la baranda de la escalera que lleva al 3º piso y, minutos más tarde y ante la falta de respuestas, un episodio similar ocurrió en la Secretaría de Desarrollo Humano de 34 y 19.
Ante la insistencia, la veintena de personas que reclamaban (entre las que había allegados y referentes de organizaciones sociales) volvió a la puerta del municipio donde iniciaron una quema de neumáticos y cartones en la vereda y vociferaron en contra del ejecutivo local.
También intentaron reingresar al hall del Municipio, pero ante la negativa del cordón policial que lo impedía se sucedieron algunos forcejeos donde dos uniformados fueron golpeados. A los pocos minutos, debieron sumarse algunos refuerzos de Infantería. «Lamentablemente estos efectivos (de Infantería) llegaban para acompañar los rastrillajes pero ahora tienen que colaborar con la custodia», deslizaron desde la cúpula policial a EL DIARIO DE MIRAMAR.
Posteriormente, parte de los manifestantes ingresaron al Concejo Deliberante y conversaron con los ediles Paulo Tilaro (FpV), Viviana Farías y Marita Barrios (Cambiemos) donde llevaron calma a la familia. Más tarde también se hicieron presentes la secretaria de Desarrollo Humano, Josefina Bove, y la directora de Gestión Social, Marisa Torano, donde escucharon a la madre de la víctima. Se desconoce públicamente si se tomaron otras medidas de apoyo y contención a la familia.
En otros sectores de la ciudad se desarrollaron más rastrillajes, acompañados por un helicóptero de la policía y que hasta el momento no arrojaron resultados positivos.
El caso Ciro Lescano es el tercero de características similares en dos años en General Alvarado. Los dos anteriores fueron en 2017 en el cementerio de Otamendi, en cercanías a Pascua y Nochebuena.