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La gloria para los Hernández: 30 años de un día histórico para los otamendinos

(captura TV)

El 15 de julio de 1990, Walter Hernández triunfó en Fórmula Renault y, horas más tarde, Luisito Hernández fue ganador de la carrera de TC en el Autódromo de Buenos Aires.

Por Fabián Otegui para El Protagonista

Pasaron 30 años de aquel épico momento, cuando Otamendi abandonó sus hogares para recibir a Luis y Walter Hernández quienes en horas de aquel mediodía del 15 de Julio de 1990 en el Autódromo Oscar Alfredo Gálvez habían logrado escribir sus nombres en las páginas históricas del automovilismo nacional.

Para recordar, ese fantástico día la jornada comenzaba con las series que eran ganadas por Lalo Ramos seguido por Luis Hernández, la segunda era para Roberto Mouras y la tercera fue para Oscar Castellano: ¡qué nombres para compartir una largada final!.

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Luego llegaría la primer alegría. A poco más de un año en la categoría, Walter se imponía haciendo una excelente largada y superando nada más y nada menos que al Gurí Martínez para llegar primero a la bandera a cuadros.

Primer podio del día para un otamendino, alegría en los que siempre habían acompañado luego de haberlo intentado durante quince carreras desde aquel inicio en el autódromo de Mar del Plata.

Se venía una final complicada con toques. Ya en la primer curva, producto de no aflojar, Mouras y Castellano quedan fuera de una próxima largada como Aventín, De Benedictis, Landa, Cocho López, entre otros; saliendo Luis con la rotura de un neumático. Pero pese a esto pudo largar nuevamente y no dejar la punta hasta cumplir con las 18 vueltas seguido por Satriano y el Tano Pernía.

Y sí, seguramente era el día soñado por todos ver a un otamendino ganar en la máxima categoría nacional, pero quién se hubiese imaginado dos el mismo día en la Catedral del Automovilismo, hecho sin precedentes.

El recuerdo por parte de Luisito (archivo Mundoveloz 2008)

Lo que vino después pocas veces lo veremos: colas de autos en caravana, Luis y Walter en el camión de los bomberos, el club Círculo como centro de recepción de llantos, abrazos y festejos. ¿Qué más podía pasar ese día si seguramente hasta el más de los optimistas creía haberlo soñado?

Pero todo era real y, por si fuera poco, ese domingo 15 de julio marcaría el comienzo de una carrera que traería triunfos y campeonato en el TC al igual que en el TC2000 de parte de Walter Hernández para una ciudad que no olvidará que los sueños, un día se hacen realidad.

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